Aunque ambos términos están estrechamente relacionados, porque el aumento de la presión intraocular es el principal factor de riesgo para desarrollar glaucoma. Ambos son distintos.
Se habla de tensión ocular, cuando esta, está alta pero el nervio óptico no está dañado.
En el caso del glaucoma, el nervio óptico si que está dañado, pudiendo tener la tensión alta o normal y esto puede provocar una perdido del campo visual e incluso, de visión central en casos avanzados.